domingo, 21 de diciembre de 2014

Dios, gracias por la vida

 
Cada mañana cuando desde mi cuarto o balcón aquí en La Habana la vista recibe el divino regalo de la naturaleza de esos irrepetibles, inigualables, impactantes, hermosos amaneceres, no tengo otras palabras en mi voz que estas: “Dios, gracias por regalarme la vida”.