sábado, 11 de enero de 2014

Desnudos balcones de La Habana (2)

   Caminar las calles habaneras invita a la búsqueda de los detalles, de esos que no se esconden, están al desnudo del transeúnte.
   Me refiero a los balcones, ese pequeño sitio de la casa donde acudimos a refrescar el calor de su interior o sencillamente a mirar a la gente pasar.
   “Sábanas blancas colgadas de los balcones…”, estribillo de una canción que identifica a La Habana, la cosmopolita ciudad cubana que se resiste aún a perder esos encantos añejos que la han caracterizado ante el mundo.
   Sí, hay que mirar para arriba y buscar la arquitectura colonial, pero no se descuide usted, también hay que saber por dónde caminamos porque la “gracia” de los perros de casa o los callejeros, están ahí, en cualquier lugar de la acera o la calle.
    Seguimos admirando sus hermosos trazos, los de las rejas, paredes, de los balcones de la otrora Villa de San Cristóbal de La Habana.